Hace ya algún tiempo quería recuperar este poema. Fue publicado por primera vez en la revista AWA, allá por diciembre de 2008. Pese a lo que pueda haber evolucionado desde que lo escribí, le sigo teniendo un especial cariño, espero que os guste a vosotros también.
Para Maxús
Las ligeras cortinas sedosas
mecidas por la brisa marina,
impúdicas, se agitan, y ociosas
a la agónica luz ambarina
de mil atardeceres iguales.
.
El sombrío diván de estriado
cuero, acoge sueños inmortales,
sin tiempo, fin, ni significado.
.
Los ojos, velados por la niebla,
sin ver miran, como estupefactos,
en los muros, los gloriosos actos,
de héroes envueltos por la tiniebla
del tiempo y del olvido absoluto.
.
No habrá más lágrimas, no más luto,
tan solo un atardecer eterno,
de eternos sueños opalescentes,
libre de las penas del infierno
y también de las tediosas fuentes
del cielo, demasiado límpidas
para el que ha vagado por perdidas
sendas, hoyadas por esos pocos,
quizá suficientemente locos,
para cerrar los ojos y soñar.
Plegaria:
Pido a los dioses que de este sueño
Del loto nunca vuelva a despertar,
Y mi mente vague así sin dueño
Por toda la eternidad.
Por: El Exiliado del Mitreo
El Lotófago by José M. Montes is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivs 3.0 Unported License.
Permissions beyond the scope of this license may be available at https://mitraista.wordpress.com/about/contact/.